El Cazador de Palabras es un proyecto para establecer un juego «alógico» y relacionar aleatoriamente imágenes y palabras. Como una estrategia surrealista, a partir de la creación de plantillas de palabras de 12 letras agrupadas y recogidas en una «canana» (utensilio de los cazadores para guardar las aves muertas) se buscan todas las palabras contenidas en las doce letras de cada palabra: TRANSPARENTE, REVOLUCIONES, UNBILIEVABLE. A partir de este juego, las palabras halladas se superponen sobre las imágenes pintadas en cartón negro. El efecto de orden o desorden depende de las asociaciones que cada mirada proyecta sobre el conjunto de imágenes. El proyecto genera un archivo infinito de asociaciones y lecturas trasversales en las que la mano, el ojo y los efectos formales de cada imagen pasan a un segundo término para ponerse al servicio de la idea.

The Word Hunter is a project designed to establish an «alogical» game, randomly linking images and words. As a surrealist strategy, it involves creating templates of 12-letter words, grouped and stored in a canana (a hunter’s belt used to carry dead birds). From each 12-letter word—such as TRANSPARENT, REVOLUTIONS, UNBELIEVABLE—all possible words contained within are extracted. These discovered words are then layered over painted images on black cardboard. The resulting sense of order or disorder depends on the associations each viewer projects onto the set of images. The project generates an infinite archive of associations and cross-readings, where the hand, the eye, and the formal effects of each image take a secondary role, serving the overarching idea.